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Los Laicos Dominicos en Venezuela

Actualizado: 16 mar 2019

Hablar de los laicos dominicos en Venezuela es referirse a una parte fundamental de la Orden de Predicadores y toca necesariamente un trozo de su historia en estas tierras que inicia el 16 de diciembre de 1597 con la fundación del convento San Jacinto en la ciudad de Caracas. En el año de 1689 se constituye en dicho convento la Venerable Orden Tercera (VOT) de Santo Domingo, la cual contaba con capilla propia en dicha edificación conocida como Capilla de los Terciarios, es por ello que hacer referencia al convento también toca de alguna manera la historia de los seglares de la V.O.T que hacían vida en dicho lugar de oración.



Los eventos surgidos a partir del movimiento independentista y el liberalismo encabezado por Antonio Guzmán Blanco en su primer período de gobierno (1870-1877) denominado el septenio, se caracterizaron por una lucha encarnizada contra la iglesia de la época, pues se buscaba poner a la Iglesia al servicio del gobierno. Entre otros abusos cometidos por Guzmán, se llevó a cabo la expulsión de todas las órdenes religiosas, la exclaustración de conventos y expropiación de los bienes de la Iglesia.


Las actas del congreso internacional de historia, sobre los 500 años de evangelización de los dominicos en Venezuela, refieren que la construcción en forma de torre asilada de aspecto colonial que hoy se encuentra en la fachada sur de la plaza “El Venezolano”, entre el edificio occidental del pasaje Linares y la casa ocupada por el restaurant “La Atarraya”, de acuerdo a investigaciones históricas, planimétricas, constructivas y análisis del proceso de transformación urbana de la parcela, permiten inferir que formó parte de la Iglesia de San Jacinto, estando ubicada en el ángulo sur-oeste de la misma. Al demoler el cuerpo sur de la iglesia en 1879 para construir “la playa” del mercado y liberar el paso de la plaza al mercado situado en el antiguo convento, esta torre permaneció en pié. La misma, conjuntamente con el campanario de la iglesia, remataban en sentido norte-sur la Capilla de la Tercera Orden de los Dominicos que constituía la fachada oeste de la Iglesia de San Jacinto y de la plaza.[1]


El convento San Jacinto había sufrido daños considerables durante el terremoto que azotó a Caracas en 1812; luego de ese trágico acontecimiento dejó de funcionar la Tercera Orden de los Dominicos. La infraestructura del convento fue utilizada como cárcel, depósito de mercancías, entre otros usos, hasta que fue demolido en 1874 para dar paso a la construcción del mercado municipal. La Orden de Predicadores ya había sido expulsada el 27 de octubre de 1837. Hoy sólo queda en pié el viejo reloj de piedra, obsequiado por Alejandro Humbolt, que formaba parte de la plaza del convento y la referida torre adyacente al restaurant “La Atarraya”, testigos mudos de lo que en otrora fuera el famoso lugar de oración.


Para los años de 1888 – 1908 se liman algunas asperezas entre el gobierno y la Iglesia, lo que significó una época de recuperación mediante el surgimiento de hombres y mujeres de Iglesia quienes fundan las órdenes religiosas femeninas.

En 1885 el padre Gregorio Rodríguez Obregón, canónigo de la Catedral de Caracas, construyó una capilla dedicada al corazón de Jesús en la esquina de La Pilita, juntamente a una casa anexa. Para ello dedicó gran parte de sus ahorros. En el año de 1892 es bendecida y declarada erigida canónicamente. Diez años después, en 1895, Gregorio Rodríguez Obregón es elegido Obispo de Barquisimeto, y solicitó al Arzobispo que le concediera el título de Patrono sobre dicha capilla. Cumplidos todos los requisitos patronales y canónicos, se le concedió el título de Patrono de la Capilla del Corazón de Jesús.


En 1899, antes de morir y queriendo que su capilla tuviese estabilidad futura, se la concede a los dominicos porque había coincidido con Fray Ildefonso Izaguirre Valero, seminarista diocesano natural de la Victoria, estado Aragua que fue ganado a la espiritualidad dominicana, haciéndose hijo de la Provincia de Lyon. Dicho fraile había sido ordenado recientemente sacerdote dominico y deseaba fervientemente el regreso de la Orden de Predicadores a Venezuela.

Gracias a la mediación de Izaguirre ante el Obispo de la época, Monseñor Gregorio Rodríguez Obregón, se colocan las bases para el retorno de la Orden de Predicadores a Venezuela. Fray Izaguirre Valero recibe el patronato y Capilla del Corazón de Jesús y el cuatro de agosto de ese mismo año, admite a once damas en la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo, a saber: Clara María Smith Seijas, Barbanera Martínez, Carmen Piñero de Avilán, Dolores Palacio de Figueredo, Carolina Guerrero, Guadalupe Gil de Lander, Isabel Ernst, Leonidas Irigoyen Rodríguez, Ignacia Alzuru, Josefa Antonia Yanes y María Urzula Díaz, quienes en presencia de los Presbíteros: Dr. Reinaldo Esculpi y Manuel María Bacalao, tomaron el hábito dominico ese día, lo que significó el primer paso para la restauración de la Orden de Predicadores en Venezuela. [2]


También algunos sacerdotes se hicieron terciarios dominicos, entre ellos tenemos a Monseñor Jesús María Pellín Chiquín. Fray Ildefonso Izaguirre ofrenda su vida a cambio del retorno de la Orden de Predicadores y fallece prematuramente en New York el 26 de marzo de 1900. Ese mismo año muere también Monseñor Gregorio Rodríguez Obregón. En 1911 los restos de Fray Ildefonso Izaguirre son repatriados y se les da sepultura en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.


Podemos determinar entonces que son instituidos primeramente los Terciarios. En 1904 queda totalmente restablecida la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo, cuyas bases había colocado Fray Ildefonso Izaguirre el 04 de agosto de 1899. El libro más antiguo de Actas de la V.O.T data de 1910 y fue abierto por Fray José maría Ibarreta. En diciembre de 1902 regresan los primeros frailes a Venezuela, hijos de la Provincia del Santísimo Rosario de Filipinas, ellos son Fr. Manuel Álvarez y Fr. Balbino Ezpeleta; sin embargo no fue sino hasta 1907 que la Provincia del Rosario cedió la residencia de Corazón de Jesús a la Provincia de Bética. Los frailes de Andalucía tomarán posesión el 16 de mayo de 1910.


Con el pasar de los años la Orden de Predicadores se adapta a los nuevos tiempos y procede a la renovación de la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo, ésta se moderniza y se busca adaptar el lenguaje clerical y religioso de su manual por unos estatutos adecuados al estado seglar de sus miembros. Es así como hoy en día la que en otrora se llamara V.O.T de Santo Domingo pasa a denominarse Fraternidad Laical San Jacinto de Polonia, una institución que a la fecha suma 119 años de tradición.


Con el pasar de los años y para coadyuvar en la labor de evangelización de los dominicos, se constituyen otras fraternidades laicales en otros estados del país: Fraternidad Santo Domingo de Guzmán (Barquisimeto-1989), Fraternidad Nuestra Señora del Rosario (Apure-1989), Fraternidad San Martín de Porres (Caracas), Fraternidad La Sagrada Familia (Río Chico-1999), Fraternidad Beata Juana de Aza (Barinas-2010), Fraternidad Beato Fray Jordán de Sajonia (Rubio-2013), Fraternidad Santa Catalina de Siena (Maracay-2015), Fraternidad San Martín de Porres (Lagunillas-2015) y Fraternidad San Raimundo de Peñafort (Mérida-2016).

[1] 500 Años de Evangelización Dominicos de Venezuela. Actas del Congreso Internacional de Historia Mérida-Caracas; octubre 1998. Conferencia Episcopal Venezolana. Pág. 578.


[2] La Orden de Predicadores en Venezuela. Siglos XVI – XX. Antonio Bueno Espinar, O.P.

 
 
 

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