Fe y Esperanza en medio de la tribulación
- Laicos Dominicos Vzla
- 30 ene 2022
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Actualizado: 31 ene 2022
La Carta Encíclica del Papa Benedicto XVI Spes salvi, publicada en 30 de noviembre de 2005, dice lo siguiente: El Evangelio no es solamente una comunicación de cosas que se pueden saber, sino una comunicación que comporta hechos y cambia la vida.
Un lugar primero y esencial de aprendizaje de la esperanza es la oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. (Spes salvi 32.)
La Orden de Predicadores en Venezuela al igual que toda la población del país ha sufrido los embates de la crisis política, derivada en un pecado estructural que lleva veintidós años atentando contra la dignidad humana de los venezolanos. Sin embargo, muy a pesar de las dificultades el soplo del Espíritu Santo sigue animando a personas que se comprometen de corazón con Dios y su Iglesia para la labor apostólica que dio origen a la orden dominicana.
Durante el último trimestre del año 2021, recibimos la visita del reverendo padre provincial fray Rubén Martínez, OP., quien realizó visita canónica a las comunidades de frailes y pudo también compartir con los laicos de las fraternidades. Fray Rubén pudo palpar de primera mano, en su primer viaje a estas tierras, tanto el dolor como la fe y esperanza de sus frailes, religiosas y laicos, que a pesar de las dificultades, siguen contagiando la alegría cristiana.

Durante el mes de diciembre, el promotor vicarial de las fraternidades laicales y sacerdotales, fray Guillermo Méndez Rodríguez, OP., asistió a las ciudades de Maracay, Mérida, Barinas y Caracas, donde se realizaron encuentros, retiros y formulación de profesiones temporales para las hermanas de la fraternidad Santa Catalina de Siena, en la ciudad de Maracay, Edo. Aragua. Asimismo, el día 13 de diciembre, formularon su profesión temporal por tres años los hermanos: Manuel Emiro Lobo Dugarte, OP., y Emma del Carmen Sosa Guzmán, OP., pertenecientes a la fraternidad laical dominicana San Raimundo de Peñafort, en la ciudad de Mérida.


Así pues, la fe y la esperanza siguen animando a nuestra amada Orden de Predicadores porque, “Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva”(Spes salvi).
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